Además de su increíble costa con playas y acantilados, el concejo de Tapia de Casariego tiene encantadores valles y sierras en su zona sur. Uno de estos lugares es A Veguía, donde comenzamos este recorrido junto a las antiguas escuelas y la capilla de Santiago, construida en 1959. Desde aquí, caminamos por la carretera AS-23, pasando por el palacio de Cancio Donlebún, del año 1660. Antes de cruzar el puente sobre el río Porcía, giramos a la izquierda hacia un puente de piedra, conocido como “puente romano” o ponte veyo, probablemente construido entre los siglos XII-XIII.

Cruzamos el puente y giramos a la izquierda, bordeando la vega con cultivos de forraje y maíz. En un cruce junto a una ganadería, giramos a la derecha y cruzamos las casas de la parte alta del pueblo. El camino se convierte en una pista de tierra entre pastos, con vistas al valle, y entra en una zona boscosa. Llegamos a un cruce; aunque el camino al frente lleva al cementerio de A Veguía, giramos a la izquierda y subimos por una pista de tierra a través del bosque, alternando entre arbolado autóctono y eucaliptos. Seguimos por la pista principal, ignorando los ramales laterales, hasta un depósito de agua.

Durante todo el recorrido ganamos altura y vistas del valle del río Carcedo y las sierras circundantes. Al llegar al depósito, tomamos el camino llano que nos lleva a una encrucijada, el Campo da Madera. Tomamos la pista de la derecha, cambiando de valle con el río Porcía en el fondo. Más adelante, tenemos dos opciones: bajar directamente a A Barrosa o seguir al frente. Optamos por la segunda y seguimos por la ladera, con amplias vistas del sur del concejo.

En A Venta, abandonamos la pista principal por una secundaria a la derecha que baja a un cruce. Tomamos el camino de la derecha, luego viramos a la izquierda en el siguiente cruce, cruzando una zona de pinos, y nuevamente a la derecha para descender por el valle del reguero dos Covos. Llegamos a un pequeño puente a la derecha, lo cruzamos, y seguimos hasta la carretera AS-23 en A Barrosa. Caminamos unos metros por la carretera y tomamos la segunda pista de tierra a la derecha que sube hasta Llombatín, junto a la capilla de San Antonio.

Pasada la capilla, la pista entra en una zona boscosa con robles, por encima de las casas de As Fonsarias, hasta el camino de hormigón hacia el cementerio de A Veguía. Bajamos por este camino hasta la carretera AS-23, que seguimos varios metros hasta volver a A Veguía, cruzar el puente sobre el río Porcía y cerrar el recorrido.